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martes, 5 de noviembre de 2013

El Desafío de los 30 Días: Día 2



Buenos días, niños y niñas, volvemos un día más con el divertido y educativo reto diario. Hoy toca:

Juego Favorito

Bueno, lo cierto es que no es una pregunta fácil. He jugado a bastantes juegos como para tener una opinión bien formada sobre algunos de ellos, así que aunque no me considero un gurú del rol, creo que puedo opinar con conocimiento sobre el tema. Así pues, y sin más preámbulos, tengo el placer de anunciar que mi juego de rol favorito es (redoble de tambor) Rogue Trader. "¿Pero qué birria de juego es ese? ¡Si nadie lo conoce!". Puede ser, no negaré que no es uno de los juegos más masivos que pueda haber en el mercado, pero es mi favorito con diferencia. Algunos pensarían que mi juego favorito es Warhammer 2ª Edición o Canción de Hielo y Fuego o Dark Heresy, y no irían muy desencaminados, pues todos me gustan mucho, pero si tengo que quedarme con uno, me quedo con Rogue Trader. ¿Porqué? Sigue leyendo...

Para mi gusto, una de las mejores portadas

Lo primero de todo es la ambientación. A grandes rasgos, se trata de un juego ambientado en el oscuro universo de Warhammer 40k, con todo lo que ello conlleva. ¿Qué conlleva? Ciencia ficción oscura, grimdark, altas dosis de violencia gratuita, y un largo y maravilloso etcétera. ¿Y en qué se diferencia Rogue Trader de cualquier otro juego de W40k? Pues en lo más notable es en que tú (y tu grupo) sois poseedores de una maravillosa nave espacial con la que explorar la galaxia. Porque en Rogue Trader interpretas el papel de un "aventurero espacial", con permiso para poseer una nave, explorar planetas y organizar colonizaciones. Con la añadida ventaja de que puedes tener tratos con razas alienígenas, enriquecerte hasta lo abominable y manejar tecnología prohibida. Porque, seamos sinceros, ser un Inquisidor que caza herejes está bien, pero ser un anti héroe con una nave espacial explorando planetas, enriqueciéndote y desafiando a la autoridad es muchísimo mejor.

Ya he explicado porqué la ambientación es mi favorita, ahora os hablaré del sistema. Para hablar del sistema de Rogue Trader hay que remontarse a los orígenes, que son, como no, Warhammer 2ª Edición. Se basa en un sencillo sistema de percentiles usando las clásicas características de Warhammer. La gracia de la cuestión es que el sistema ha ido evolucionando desde Warhammer a Dark Heresy, y nuevamente, a Rogue Trader. El sistema ha seguido evolucionando con los libros posteriores (Deathwatch, Black Crusade, Only War), pero Rogue Trader ha sabido envejecer muy bien. Además, lo más notable del juego es el capítulo dedicado por completo a batallas espaciales. Si, habéis oído bien, batallas espaciales. Reglas para espectaculares combates entre naves de kilómetros de largo, con tripulaciones que se cuentan por millares y cañones que harían acomplejarse a más de uno.

En resumen, me gusta Rogue Trader porque junta picaresca y naves espaciales en el oscuro universo de Warhammer 40.000, donde sólo hay guerra (y beneficio económico).

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