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miércoles, 6 de noviembre de 2013

El Desafío de los 30 Días: Día 3

Buenos días muchachada. Ya llevamos tres días de reto, y podemos considerarlo un éxito. Con un poco de suerte, llegaré a la mitad antes de abandonar. Pero bueno, dejémonos de preámbulos porque hoy toca:

Juego más Odiado



Voy a ser sincero ante todo. He jugado a pocos juegos, así que sólo opinaré de los juegos a los que he jugado. Y si hay un juego que he jugado y desprecio por encima de todo ese es Anima. Los que me conocéis sabréis que mis sentimientos hacia los sistemas d20 en general no son muy positivos, pero hay algunas excepciones y por eso no puedo calificarlos como mi juego más odiado. Sin embargo, Anima representa todo lo que yo odio (y eso que usa mi dado favorito, el d10).

Para empezar, no hay nada en su ambientación que me atraiga. Es todo demasiado anime, demasiado exagerado y demasiado poco realista. La mayoría de vosotros sabréis que no me gusta la cultura popular oriental, sin embargo, juegos como Leyenda de los 5 Anillos si que me gustan porque tienen una ambientación realista a pesar de ser oriental. ¿Qué quiero decir con realista? Bueno, es una cosa muy subjetiva, pero pienso que para que un juego me guste, su ambientación ha de resultarme creíble. Si, se que eso no tiene mucho sentido a primera vista, porque acabo de cargarme casi toda la fantasía y ciencia ficción del mercado. Pero en realidad no. Para mi, que un juego sea creíble significa que tenga detrás un trasfondo sólido, con unas naciones/razas/lo-que-sea bien definidas, una geografía, una historia, etc. Si existe la magia, explicadme cómo y porqué funciona. Y mi percepción de Anima es todo lo contrario. Los personajes tienen poderes chupiguais porque si, todos sin excepción. Amén de una estética totalmente desproporcionada típica del anime/manga. Ya se que es algo muy subjetivo y tal, pero no me vais a convencer de lo contrario.

Y por último, su sistema. A pesar de utilizar d10 y en cierto modo, d100, no me gustó nada cuando lo jugué. Un juego ha de ser sencillo y elegante, y humildemente creo que Anima no lo es. Para empezar, utiliza los d100 "al revés", es decir, no como un sistema de percentiles donde el resultado bajo es mejor, si no a la inversa. A eso hay que aplicar modificadores, multiplicaciones y divisiones diversas para calcular el daño y no me acuerdo de qué más historias.

Resumiendo,  no me gusta y nada de lo que me digáis me hará cambiar de opinión. Ala, hasta mañana.

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