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jueves, 7 de noviembre de 2013

El Desafío de los 30 Días: Día 4

Buenos días de nuevo, compañeros de aventuras. Un día más, sigo aquí con el reto de las 30 preguntas. Si, cada vez me curro menos las entradillas. Hoy:

¿Cuál ha sido el mejor máster/narrador que has tenido?

Bieeen! Dados!


Pues para variar, diré que es una pregunta muy difícil de contestar. Lo cierto es que no he tenido muchos másters, así que tampoco tengo mucho donde elegir, y puede que la calidad en general no haya sido la mejor. Pero bueno, me voy a quedar con un máster al que le tengo mucho cariño y no se de él desde hace demasiado tiempo. Estoy hablando del gran Saratai.

Lo primero que he de apuntar sobre mi elección es que la única experiencia que he tenido con él ha sido de rol por foro. Puede que eso condicione mi elección, ya que las partidas por foro y las partidas en mesa son muy distintas, y el nivel de inmersión en ellas puede ser totalmente dispares. Pero aún así, creo que Saratai es con diferencia el mejor máster que he tenido nunca. Todo se remonta a la época dorada de Igarol, una de las webs más importantes de Warhammer Juego de Rol de habla hispana. La verdad es que tenía muchas ganas de escribir esta entrada, porque me trae muy buenos recuerdos, de grandes partidas y maravillosos compañeros de batalla. Pero desvarío.

Todo empezó con una humilde partida llamada Prisión de Almas, obviamente ambientada en el mundo de Warhammer. La partida llevaba ya empezada unas semanas, pero tras suplicarle al máster, pude incorporarme sin dificultad. Aquel fue el primer paso de una gran aventura que vivimos Franz Miller y yo, en la que fuimos acompañados por grandes jugadores como Jacques el Arcabucero (con su genial e irrepetible Mannricht Boleslav), Weiss (con su pedante Heinrich Messner), William Tender (nadie olvidará jamás al entrañable Rudiger Crop), y muchos más que espero me perdonen (sobretodo tú, Nirkhuz) porque tampoco quiero alargarme mucho. En resumen, fue una partida genial, en la que el máster realizó un esfuerzo monumental para que cada personaje se sintiese importante, para que la historia detrás de la partida nos hiciese rogarle y rogarle para jugar una segunda parte de la misma. Fue un máster genial que nos proporcionó una partida genial. Y antes de que me ponga a llorar de la añoranza, solo me queda decir una cosa:

Juanjo, donde quiera que estés ahora, gracias.


PD: Si tenéis tiempo, leeros Prisión de Almas. En serio, es una gran partida, incluso aunque no esté acabada del todo.

3 comentarios:

  1. Yo sólo me conseguí unir en Prisión de Almas II con Adelfbert, el escudero más viejo del Imperio, que además murió. Es normal que no sea tan recordado... Aunque yo siempre lo llevaré en el corazoncito.

    Aún asi que partidaca, en serio. Se me olvidó mencionarla en mi post, voy a tener que editarlo...

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  2. Yo entré tarde también, me temo, pero estuve a punto de envenenar al desquiciado elector de Averland, y recuerdo defender alguna carreta de provisiones a pedrada limpia en medio de refriegas en el bosque. Para mí fué breve pero emocionante.

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  3. El segundo master sere yo, a pesar de ser penoso seguro que mejor que las partidas de JL

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