Páginas

martes, 12 de noviembre de 2013

El Desafío de los 30 Días: Día 9

Volvemos un día más con divertidas anécdotas para haceros reír a mi costa. Hoy hablaremos de:

Tu mayor pifia alrededor de los juegos de rol

Este es nuestro máster cuando metemos la gamba

Como en el caso de la entrada de ayer, reinterpretaré la pregunta a mi gusto para explicaros cual fue mi mayor metedura de pata en una partida de rol. Y os aseguro que, esta vez, tengo montones de ejemplos. Pero no puedo escribirlas todas porque me quedaría sin tiempo ni espacio. Pero os voy a explicar la vez que más metí al pata y que le costó la vida a todo el grupo.

Todo comenzó con una sencilla misión de nuestro inquisidor en una partida de Dark Heresy: Ascension en la que mi personaje era un veterano soldado de asalto. Teníamos que descubrir y eliminar la amenaza de una secta del culto genestealer. Todo fue medianamente bien, así que logramos localizar el nido de su líder de progenie. El nido estaba en una refinería de promethium, y prometía estar muy bien defendido. Así pues, nos armamos hasta los dientes y nos dispusimos a acabar con la amenaza. Creo recordar que eramos cinco o seis personajes, y es bastante probable que los genestealers nos superasen en número.

Entramos en el nido y casi al instante,los genestealers nos saltaron encima. En mi defensa diré que eran unos bicharracos muy brutos. Pues bien, estábamos pasándolo mal para liquidar a los alienigenas "normalitos" cuando aparece en escena el líder de progenie. En ese momento, consideré nuestras opciones y llegué a la conclusión que, o matábamos al líder rápido, o seríamos seis nombres más en la larga lista de agentes muertos al servicio del Imperio. Me puse pragmático, cogí el reglamento y miré las armas de que disponía. No os mentiré si os digo que busqué el arma que pudiese causar más daño de forma rápida. Y di con ella. Cinco kilos de carga de demolición, que viene a ser algo así como la hermana del zumosol de la dinamita. Activo la carga y la lanzo contra el monstruo. Al menos, me quedará el consuelo de que fue un lanzamiento perfecto que le dio de lleno. En aquel momento, el máster me pregunta: "¿Eres consciente de lo que has hecho?". Y yo: "Pfft... Claro que si, acabo de librarnos de un sangriento combate". La respuesta correcta era no; no era consciente de lo que había hecho. Porque, como seguramente os haya pasado a vosotros, yo también había olvidado que estábamos en una puñetera refinería de promethium, que es un combustible de la leche, y que el líder de progenie estaba oculto entre varios tanques del líquido. ¿Os imagináis qué pasó?

Exacto
Gracias a los cielos por la existencia de los Puntos de Destino, porque en aquella explosión se fueron seis. Porque ni nos molestamos en tirar los dados para ver cuanto daño producía la carga. Simplemente, la refinería desapareció de la faz del planeta. Pero, pese a todo, la misión fue un éxito, y la zona se limpió de la amenaza xenos.

Espero que esta historia os haya enseñado una valiosa lección. Nos vemos mañana con más y mejor.

1 comentario:

  1. Tengo la imagen grabada en la cabeza del grupo saliendo milagrosamente entre las ruinas al estilo de las pelis de acción (a costa de un punto de destino), y rugiendo todo el grupo de rabia, mas o menos se conformaron porque sabían en el fondo que el líder de progenie se podría haber cobrado mas puntos de destino. XD

    ResponderEliminar